13/08/2010
Irun- Olhette.
GR10
20,2KM
20,2KM
Por la mañana la recepcionista del camping nos explica dónde está la
librería de Irun. Poco después pillamos el bus hasta allí y enseguida la
localizamos. No tienen el mapa que buscamos, pero la dependienta nos
indica un lugar en Hendaia dónde seguro que lo encontramos. Antes de
dirigirnos hacia allá por el puente de Santiago compramos cuatro cosas
en Irun (pan, chocolate, frutos secos...), desayunamos y nos vamos.
Pasado el puente vemos unos cuantos estancos y tiendas. Poco después ya
entramos en Hendaia y nos dirigimos hacia la tienda que nos indicó la
chica de la librería. Ahí sí tienen el mapa! Lo pillamos y nos vamos a
la búsqueda de alguna señal de la GR 10, que pronto localizamos. Vamos
saliendo de Hendaia por tramos asfaltados, subiendo tranquilamente hasta
encontrar ya una pista.
Después de caminar un rato por pista el camino baja hasta una carretera,
que atravesamos para seguir por un sendero boscoso hasta salir a un
pueblito con algunas casas dispersas. Seguimos por caminos asfaltados y
vamos subiendo hasta llegar cerca de Biriatou, donde le pedimos agua a
un vecino de la zona, pues pensábamos que saliendo de Hendaia
encontraríamos alguna fuente... Es un chico joven muy amable, él mismo
nos llena los manatís.
La GR continua subiendo suavemnete, metiéndose por otra pista sin
asfaltar desde donde vemos, a nuestra derecha, las peñas de Aia y abajo
la autopista. A lo largo del camino vamos viendo diferentes errekas que
bajan por las laderas de lo que creo que es el Xoldokana. Luego el
camino se vuelve más boscoso hasta que llegamos al Col d'Osin. Abajo, a
la izquierda, vemos un lago, creo que es el de Poiriers . En este punto
paramos un poco y comemos algo. Luego reemprendemos la marcha subiendo
tranquilamente hasta alcanzar el Col des Joncs, donde empieza a llover.
El paisaje desde aquí es muy guapo, a la izquierda vemos toda la zona de
costa (Hendaia, Baoina, Biarritz, St Jean de Luz...), y a nuestra
derecha vemos un precioso panorama de mendis, con las Peñas de Aia en
primer plano.
Luego el camino llanea un poco para después bajar hasta el Col d'Ibardin, un puerto fronterizo, una especie de Le Perthus pero en esta zona vasco-francesa, donde l@s franceses compran cajas y cajas de Ricard, tabako, souvenirs... La cuestión es que el sitio está bastante concurrido, en pocos metros vemos un montón de tiendas y restaurantes. Pasamos rapidito por aquí y seguimos la GR, atravesamos la carretera y empezamos a subir hasta que llegamos a un llano. Desde aquí ya vemos el Larrun (La Rhune en francés), monte que nos acompañará durante los próximos kilómetros. A partir de ahí el camino desciende hasta un bosque, un lugar encantador que va siguiendo un arroyo, todo muy húmedo y frondoso... Pasamos por la Venta de Inzola y subimos un poquito más hasta el collado de Grand-Escarga. Aquí el Larrun ya se ve más imponente, con su forma puntiaguda y sus laderas verdes, repletas de helechos. No es un monte muy alto, son unos 905 metros, pero tiene muy buenas vistas. Hasta hay un tren-cremallera que sube hasta arriba... Empezamos a bajar, dejando el Larrun a la derecha y viendo, desde este lado, el camino que mañana seguiremos hasta el Col de les Tres Fontaines.
El camino baja hasta el pueblito de Olhette y enseguida nos topamos con el cartel que nos indica la Gite d'Etape. Aquí dormiremos. Compartimos la habitación con dos chicas francesas que estan haciendo el mismo recorrido que nosotros pero en sentido inverso.
La Gite d'Etape está bastante bien acondicionada. En los lavabos y en el
pasillo hay luces automáticas que se activan solas al mínimo
movimiento, pero en el resto de la casa hay que encenderlas (en la
habitación, en el comedor, en la terraza...) Pero hay que vigilar porque
hay un contador con limitador, y si se gasta más luz de la que está
programada por la mañana no hay. Esto nos lo explica el hijo de la dueña
de la Gite, que viene a vernos para comunicarnos esto después que
hayamos cenado en el comedor con las luces encendidas. Para dejarle
claro que hemos entendido su mensaje, después de cenar salimos al fresco
con nuestros leds y miramos los mapas para las próximas jornadas. No me
gustaría que el inteligente contador nos dejara sin agua caliente por
la mañana, ni a nosotros ni a las compañeras. En fin, sin comentarios.
Por la noche noto unos bichos paseándose por mi cuello. Al principio
pienso que lo mismo son hormigas que llevo en el saco, pero consigo
pillar uno y no tiene textura de hormiga... Como estoy bastante cansada
lo dejo correr y sigo durmiendo...
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